miércoles, 23 de marzo de 2011

HOY ENTREVISTAMOS A...

Carine Bakonou Ba Mba entrevista a Nicholas Harry Ververis (Nico), alumno estadounidense del Centro.
                       “Hacer amigos en España es fácil”

                                  Nicholas Harry Ververis (Nico),




-          ¡Hola Nico! ¿Cuánto tiempo llevas aquí en España (en León)?

-          Unos tres meses.

-          Eres americano pero exactamente ¿de dónde eres?

-          Del estado de Connecticut.

-          Me gustaría si te parece… profundizar un poco, sobre el sentido que dais los americanos a la amistad... por ejemplo, ¿Es fácil para un extrajero hacer amigos en EE.UU.?

-          En principio si…pero creo qué es más fácil hacer amigos en España (al menos más rápido). Aquí la gente se relaciona más. Disfrutan su tiempo libre saliendo a la calle, para dar una vuelta o tomar algo. Además te suelen invitar a fiestas en casa o en bares. De esta manera conoces a más gente y es más fácil entrar a formar parte de algún grupo de amigos. En América vivimos más para el trabajo y el tiempo libre lo dedicamos a la familia o a nuestro entorno de amigos de toda la vida.
-          Muchas gracias Nico y qué disfrutes de tu estancia en León.


Mientras Carine entrevistaba a Nico, el grupo de alumnos de Japón participaba de la conversación. Los chicos comentaban qué en España es fácil hacer amigos, aunque se establecen vínculos un poco superficiales, “Hacemos amigos sólo de fiesta”.  En Japón el sentido que damos a la amistad es más profundo. Somos más tímidos, y más con los extranjeros, pero si consigues el aprecio de un japonés será un buen amigo toda la vida.


GRACIAS A TODOS.



lunes, 21 de marzo de 2011

CON LA MOCHILA A OTRA PARTE

Los alumnos del Centro de Idiomas de la Universidad de León de excursión por Asturias.



Santa Cristina de Lena

Santa Cristina de Lena - Iconostasio


Lagos de Covadonga

Lagos de Covadonga

Santuario de Covadonga

EL DIARIO DE LEÓN ENTREVISTÓ A SAYAHA FUTO

El drama de Sayaha Futo

«No sé si mi casa existe o no», lamenta la joven japonesa estudiante en León

20/03/2011 nuria gonzález | león




Al cruzar la puerta del Centro de Idiomas está sentada con la vista puesta en su portátil, quizá buscando información de todo lo que sucede en su país. Sayaha Futo tiene 20 años y es una de las alumnas japonesas que este curso estudia español en la Universidad de León. Procede de la provincia más pronunciada de Japón desde hace varios días: Fukushima. Allí vivía su familia que ha tenido que abandonar su hogar y sus pertenencias en busca de un lugar más seguro.
Esta joven nipona llegó a León en octubre y tenía previsto regresar a su país en junio, cuando acabe el tercer curso de Filología Hispánica que, gracias a un intercambio entre la Universidad de Sofia (Tokio) en la que estudiaba y la de León, ha logrado estudiar un curso en el Campus de Vegazana.
A miles de kilómetros del lugar del seismo y de su residencia, sorprende su fortaleza y su tranquilidad a pesar de los momentos duros que vive sin saber a ciencia cierta cómo están los suyos, con quienes se ha podido comunicar a través de Internet no sin dificultades.
Reconoce que el viernes 11 de marzo vivió uno de los peores momentos de su vida. Ese día al llegar a clase fueron sus compañeros japoneses los que le contaron lo que había sucedido. Inmediatamente a través de sus ordenadores, teléfonos móviles, Ipad y Iphone, todos intentaron ponerse en comunicación con sus familias, algo que no resultó sencillo. Ese día tenían un examen que la profesora decidió aplazar ante los momentos de intranquilidad por los que atravesaban los jóvenes. En el caso de Sayaha Futo ella era la única estudiante cuya familia y amigos residían en una de las zonas más afectadas por el terremoto.



Noticias confusas. Con lágrimas en los ojos cuenta que procede de Iwaki, una ciudad de 360.000 habitantes, la segunda más grande de la provincia de Fukushima, situada a 50 kilómetros de la central nuclear. «De esta ciudad nada se ha sabido en los medios de comunicación», dice, algo que le gustaría porque se pregunta cómo habrá quedado el lugar en el que vivía y considera que es necesario que se fije la prensa para que lleguen víveres. De hecho, aunque su familia más cercana ha logrado escapar del lugar, emocionada cuenta cómo no sabe que ha pasado con varios primos suyos ni con sus mejores amigos y amigas. «No hay comida para quedarse ni tampoco combustible para salir», dice.
Su familia más cercana optó por marcharse en un primer momento y lograron hacerlo en coche cuando aún había combustible, a pesar de que las autoridades no habían cifrado el perímetro de seguridad por la radiación en 50 kilómetros.
La última vez que habló con ellos a través del sky fue el pasado miércoles. Ahora están en otra provincia alejada del lugar del suceso en un hotel, a la espera de que el Gobierno les facilite una vivienda porque no saben cuanto tiempo van a tener que estar fuera de su hogar.
Entre sonrisas y lágrimas cuenta que le encantaría volar a su país para ver a su familia, aunque sabe que eso es imposible y que ahora no se puede ir a Tokio. «Antes del terremoto pensaba quedarme en España un tiempo más, pero ahora pienso que me gustaría volver si las cosas han mejorado», resalta agradeciendo a la Universidad de León el cariño y las atenciones recibidas durante estos días en los que este grupo de jóvenes nipones ha contado con el apoyo de Risa Imamura, profesora de japonés que lleva cuatro años en la Universidad de León.
Una de las peores cosas que lleva es no saber qué ocurre realmente. Cree que el torrente de información diario lleva a veces a confusión fruto del «miedo».
Las lágrimas vuelven a su rostro cuando relata las imágenes de la televisión en las que aparecen los lugares que se han convertido en zonas de refugiados para los más afectados por el terremoto. Dice que desde pequeños les educan para saber que van a vivir un seismo y que mucha gente tiene preparado en sus casas un «kit» con lo necesario para salir huyendo en caso de que la tierra comience a temblar. Una cultura que, sin embargo, ha pillado por sorpresa a todos porque «algo tan grande» no era esperado.
Tímida pero risueña relata cómo el carácter de esta población es diferente al español y siempre piensan en recuperarse, no en mirar hacia atrás porque no sirve de nada. «Protestar no sirve, es mejor colaborar». Describe como se acostumbró a vivir al lado de una central nuclear, aunque con la seguridad de que estaban a 50 kilómetros.
Esta joven nipona vive en la capital leonesa con tres compañeras en un piso y se ha hecho a la perfección a la vida en León, una ciudad «más barata» que de la que procede y en la que se encuentra a gusto. Eligió estudiar español porque le encantan los idiomas y, además, «se habla en medio mundo parte del mundo». Durante estos días resulta difícil concentrarse en las clases porque su cabeza y su corazón están a miles de kilómetros de aquí.

jueves, 17 de marzo de 2011

JAPÓN EN EL CORAZÓN DE LOS LEONESES

Los medios de comunicación se interesan por la terrible tragedia. La prensa leonesa entrevista a la profesora Risa Imamura y a los alumnos del Centro de Idiomas de la Universidad de León.

En el  periódico digital Leónnoticias.com Satoshi Tobu cuenta como vive su experiencia a miles de km...





El Diario de León también habló con Risa Imamura profesora de Japonés en el Centro


martes, 15 de marzo de 2011

LOS JAPONESES SOMOS FUERTES, PENSAMOS YA EN EL FUTURO

El periódico la Crónica de León dedica en su portada un artículo a los japoneses residentes en León.

TERREMOTO DE JAPÓN / El testimonio de varios residentes en León

“Los japoneses somos fuertes, pensamos ya en el futuro”

Catorce nipones sufren a 10.000 km el desastre que vive su país




En Japón uno llora hacia adentro. Son gente luchadora por naturaleza y cuando dan un paso atrás es sólo para coger impulso. Hablar con ellos es toda una lección de serenidad y disciplina y si las cosas se tuercen demasiado, como es el caso, no dudan ni un minuto en poner su granito de arena por su país, por los suyos.
Conversamos con algunos de los japoneses que viven en León. Aunque la preocupación es generalizada, a todos se les escapa una leve sonrisa al reconocer que después de dos días de confusión han localizado a sus familiares y amigos, y todos están bien.
El devastador terremoto que asoló el pasado viernes una parte de Japón ha sumido al país nipón en su peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial. A miles de kilómetros Minako Matshura, profesora de piano en la Fundación Eutherpe desde que llegara a León en octubre, asiste con impotencia al peor desastre que a sus 28 años ha vivido su país. Sus padres, residentes en Hokkaido, una pequeña isla al norte, se han librado de la furia del terremoto y su hermana, después de dos días incomunicada, dio señales de vida ayer desde Tokio “y afortunadamente estaba bien pero tienen limitada la luz a sólo tres horas al día”, asegura Minako, por lo que comunicarse es difícil. También continúa sin electricidad la casa de su abuelo, en Akita, y con la comida racionada.
A pesar de su rostro frágil y de las terribles imágenes que nos bombardean desde todos los medios de comunicación, Minako es muy fuerte y parte de esa fuerza la recibe al comprobar cómo su pueblo afronta la situación, “la gente mantiene la amabilidad y la simpatía a pesar de perderlo todo, estoy orgullosa del pueblo de Japón, es muy trabajador y solidario”, añade Minako, quien espera volver a casa en verano pero con un billete de vuelta a León, ciudad que define como de belleza impresionante, con gente agradable y muy cálida.
Kodai Fukuyama sigue desde León todo lo que ocurre en su país y en su provincia, Aomori. Es estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad nipona y asiste desde hace un año a clases de español en el Centro de Idiomas de la Universidad de León. “Es un horror, no había visto nunca tanto desastre”, asegura, “mi familia vive como hace 500 años, sin gas, sin luz, con una comida al día...”. Pero todo ello sin perder la sonrisa porque añade, “los japoneses somos fuertes, valientes, pensamos siempre en el futuro”.
Está deseando estar con los suyos y ser útil en su país. De momento ya ha enviado dinero a través de Cruz Roja, pero sigue siendo poco y el próximo domingo cogerá un avión con destino Tokio.
La familia de una de las compañeras de clase de Kodai vive en Fukushima, localidad que sufre la explosión descontrolada de su central nuclear. Arropada por sus compañeros que la tranquilizan, continúa asustada por los últimos acontecimientos, que han tenido ilocalizados a familiares y amigos. Gracias a internet, del que no se separa, ayer supo que estaban vivos.
También mostró recientemente su preocupación la jugadora nipona del Cleba, Aiko Hayafune. “Se siente impotencia cuando tantos compatriotas están sufriendo”, a pesar de que su familia no se ha visto afectada.



“Desde aquí poco puedo hacer”
Risa Imamura, de Osaka, en el sur del país, imparte clases de japonés a españoles desde hace cuatro años en León. Reconoce que ya se han acostumbrado a los terremotos pero nunca en estas dimensiones. Con toda su familia ‘controlada’, recuerda el fuerte seísmo que atacó hace 15 años Japón y del que tardaron tres años en recuperarse. “Ahora es más fuerte y espero que poco a poco se supere”. Desde su casa le cuentan que ayer volvieron a la normalidad, después de pasar un viernes que nunca olvidarán, sin luz, sin agua, sin transporte, y caminando hasta 20 km para ir a trabajar.
Hoy sólo piensan en el futuro, en recuperar su vida y su frenético ritmo.

viernes, 11 de marzo de 2011

EL ALBÉITAR Y SU PROGRAMACIÓN CULTURAL

El Centro de Actividades Culturales de la Universidad de León propone sesiones de cine y teatro para este fin de semana.

REDACCIÓN :
Carine Bakonou Ba Mba
Gintare Augustaityte





El viernes  11 y sábado 12 de marzo a las 21: 00 h.  el  grupo universitario de León, El Mayal interpretará en el escenario del Ateneo Cultural  Máquina Hamlet, su primer  trabajo. Una obra experimental  basada  en un texto del dramaturgo  alemán Heiner Müller. La dirección corre a cargo del leonés Javier Rodríguez de la Varga vinculado anteriormente al grupo teatral del Instituto Juan de la Encina y responsable del Proyecto Ulrike. 
 Los actores son Alba Lubeiro, Alberto Anuncibay, Alberto Fernández, Concepción Abraira, Israel Medarde, Jara Casanova, Jorge Tejerina, Patricia Giménez, Raquel de la Varga y Santiago González. Además de otras colaboraciones como  la de  Javier Juárez, actor y coreógrafo de Teatro Corsario, o Víctor M. Díez, una de las jóvenes voces del mundo cultural de nuestra ciudad. 

 
Asimismo, los adeptos al cine tienen  de nuevo una cita el domingo en El Albéitar, con  la coproducción Turquía - Alemania, titulada Miel (Bal, 2010) y dirigida por Semih Kaplanoglu  Un drama poético que narra la relación entre un padre y su hijo. La historia fue premiada con el Oso de Oro a la Mejor Película en el Festival de Cine de Berlín (2010). Las sesiones tendrán lugar a las 18:00 y las 20: 30.
Ambas actividades son gratuitas para la comunidad universitaria. Las invitaciones se recogerán en taquilla media hora antes del acto.